martes, 20 de noviembre de 2018

"El primer areópago del tiempo moderno es el mundo de la comunicación" -Card. Pironio-


"El primer areópago del tiempo moderno
es el mundo de la comunicación"
Cardenal Eduardo Pironio
I Congreso de Comunicadores Católicos
Mar del Plata, 3-6 de Octubre 1996


INTRODUCCIÓN

Mi relación será breve y sencilla. Enmarcada en un clima de espiritualidad y de esperanza. Vivimos tiempos difíciles; por eso mismo necesitamos la sabiduría y la fortaleza del Espíritu Santo. Nos hace falta la esperanza. Aquella esperanza que no falla "porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rm 5,5). Necesitamos, también, la presencia de los santos. Pablo VI nos decía que el mundo de hoy necesita el paso de los santos, santos de lo cotidiano. Santos en todos los niveles: obispos y sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos, seminaristas y fieles laicos.

Mi exposición será simple. Más que fruto de una ciencia o de una técnica - que yo desconozco - deseo que sea fruto de una experiencia espiritual, como sabiduría del pobre, del Espíritu, de la cruz. Como una especie de meditación a la luz de la Palabra de Dios. Creo que es lo único que puede pedirme este I Congreso de Comunicadores Católicos, que se realiza en esta queridísima Diócesis de Mar del Plata por la que pasé, un tiempo breve pero intenso y extraordinariamente gozoso, predicando siempre a Jesucristo. Por eso les repito las palabras de San Pablo a los Corintios: "Cuando los visité para anunciarles el testimonio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría. Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo Crucificado" (1 Cor 2,1-3). Quisiera exponer algunas sencillas reflexiones - particularmente en torno a la comunicación, la comunión y la contemplación - a modo de animación para los laicos y de exigencia de espiritualidad laical. Creo que el mundo de la comunicación social, que interesa a toda la Iglesia evangelizadora y misionera, compromete de un modo especial a los fieles laicos directamente insertados en el mundo de las realidades temporales.

1. La vocación del comunicador.

"La vida de todo hombre es una vocación" (Pablo VI, P.P. 15). "Aquí estoy, envíame" (Is 6,8). Lo primero que diría para los comunicadores sociales (cualquiera sea su ubicación en la Iglesia) es la conciencia gozosa de su vocación. Han sido llamados, elegidos y exigidos, por el Señor. "Antes de nacer te había constituido profeta de las naciones...Yo pongo mis palabras en tu boca" (ver Jer 1,5-9). No es un juego fácil de pura profesión humana. Dios interviene desde el inicio, la capacitación, la formación, la animación por el Espíritu Santo en la Iglesia. Como toda vocación exige fidelidad a la llamada del Señor (a su fuerza esencial que es la santidad y la verdad), a la Iglesia (misterio de comunión misionera), al mundo en el cual estamos insertados como protagonistas de una nueva evangelización y de una auténtica civilización del amor. Toda comunicación social presupone una íntima e ininterrumpida comunicación con Dios, que es la Verdad, y con el mundo que tiene que ser construido en la verdad del hombre y de las cosas, en la justicia, la solidaridad y el amor. El punto en que se ubica el laico es siempre el que corresponde al "Christifidelis laici", es decir, incorporado plenamente en Cristo por el Bautismo y totalmente inmerso en el mundo como su espacio teológico. Llamado a la santidad, pero abierto constantemente a las realidades temporales. Toda vocación exige desprendimiento y austeridad, pero al mismo tiempo comunión y fidelidad. No es lo mío lo que comunico, sino lo que descubro contemplativamente y recibo; pero, al mismo tiempo, es lo mío (lo consubstancialmente recibido y asimilado). "Mi palabra no es mía", dice Jesús: "es la del Padre que me envió". Es importante concebir la comunicación como una vocación. Entonces la comunicación se vuelve exigente, gozosa y siempre nueva. En cierto sentido (al menos para los cristianos), esta vocación es una forma de su función profética. Una profecía que exige fidelidad y realismo, fortaleza y esperanza. Volvemos al tema de la esperanza. Este es el punto en que nos ubicamos. Juan XXIII al empezar el Concilio, nos hizo ver los distintos modos de asomarse al mundo. Ante el mismo panorama están los profetas de calamidades, que siempre anuncian lo peor, con los que no se puede estar de acuerdo. Frente a estos profetas el Papa Juan invita a reconocer los misteriosos designios de la Providencia. Hay que ser profetas de esperanza. Estos son los que de verdad han entendido que el mundo es un don de Dios y tienen puesta su mirada en un más allá que para el cristiano es fuente de esperanza. Esto no significa vivir ciegos ante los difíciles problemas del mundo, sino aproximarse a ellos con otro "punto de vista". Cuando Pablo habló en el Areópago de Atenas habló de la "última novedad" de Jesucristo, de que el mundo fue hecho por Dios y de que "nosotros somos de la raza de Dios" (ver Hech 17).

2. "La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14).

Deseo subrayar dos cosas: que el contenido central de la Comunicación cristiana es la Palabra de Dios y que esa Palabra tomó carne en el seno virginal de Nuestra Señora. Es una Palabra que se hizo historia, que permaneciendo siempre el Hijo de Dios "que está en el seno del Padre" (Jn 1,18), plantó su morada entre nosotros. Un buen comunicador es siempre un contemplativo y el contemplativo verdadero es un hombre profundamente encarnado. Alguien que escucha siempre a Dios y tiene capacidad para escuchar al hombre (asumiendo sus angustias y esperanzas, iluminando su dolor y dando sentido a su alegría). Volveremos a tocar el tema de la contemplación como exigencia espiritual y humana de la comunicación. Para los comunicadores católicos (o cristianos), la comunicación es un anuncio explícito (o implícito) de Jesucristo que no vino a condenar, si no a salvar, que no vino a ser servido sino a servir, que vino para dar la Vida. Es preciso presentar la imagen cercana de Jesús, el Maestro y Salvador, la Luz del mundo, el médico espiritual y corporal, el que reconcilia el mundo con el Padre. Pero es también necesario presentar el rostro de Jesús en el pobre y el que sufre, en el rostro transparente de una Iglesia fraterna y creíble. Es la Iglesia orante, fraterna y misionera, la que debe ser presentada al mundo como sacramento universal de salvación. Hablando de comunicadores de Jesucristo se está hablando de la Iglesia: desde el interior de una Iglesia comunión evangelizadora y misionera. Pero entonces nos preguntamos: ¿Cómo queremos que sea la Iglesia del Tercer Milenio? ¿Cómo nos comprometemos ante las puertas del III Milenio a construirla como obra e imagen de la Trinidad Santísima? ¿Cómo tiene que ser la vida de un comunicador social ahora y el testimonio de la comunidad cristiana comprometida toda ella en lo nuevo del mundo?

3. Tenemos que volver más profundamente al Concilio.

No lo hemos comprendido todavía ni puesto en práctica totalmente. En gran parte no lo hemos leído. No lo conocemos. En parte lo seguimos combatiendo sin conocerlo. Es una forma de "resistir al Espíritu Santo". Quizás por eso la Iglesia no ha alcanzado plenamente la unidad, la fortaleza y la esperanza del Espíritu. Es una Iglesia que tiene miedo, que no sabe escuchar para poder anunciar, que se mantiene en la pura defensa de la verdad y no se compromete en la audacia de la profecía. El Año Santo que se acerca es un reclamo al Concilio. A profundizar la letra y el espíritu, a ponerlo en práctica.

4. "Yo soy la Verdad" (Jn 14,5).

Los comunicadores sociales dicen referencia esencial a la Verdad: la Verdad de Jesucristo, de la Iglesia y del Hombre. En muchas partes quedan todavía por contestar las palabras de Pilato: "¿Qué es la Verdad?" (Jn 18,38). Sería bueno contribuir, mediante los medios de comunicación, a responder a estos desafíos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre...? ¿Ustedes quién dicen que soy?" (Mt 16,13-15); O también: "¿Quién es mi prójimo?" (Lc 10,29). Es importante recordar estas frases de Jesús: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres" (Jn 8,31). "Para esto he nacido y he venido al mundo; para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz" (Jn 19,37). La verdad exige ser buscada con pasión, gustada con humildad y comunicada con sinceridad. La comunicación de la verdad se opone a la agresividad y a la improvisación o rapidez del anuncio. Hay verdades que deben ser anunciadas con realismo y dolor pero siempre con respeto y con amor. Un comunicador social debe ser un hombre apasionado de la verdad y, al mismo tiempo, veraz y verdadero. Un auténtico testigo. El mundo de hoy, decía Pablo VI, tiene más necesidad de testigos que de maestros. La verdad existe y se anuncia, no se inventa ni se calla.

5. Un aspecto esencial para la comunicación es la capacidad contemplativa.

"Lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos...es lo que les anunciamos" (1 Jn 1,1). Esto es válido sobre todo, para la Palabra de Vida. Los auténticos comunicadores de vida en la Iglesia son los contemplativos. No se trata de comunicar una ciencia sino una vida. Lo cual exige una grande capacidad de silencio, de escucha, de diálogo, de acogida, de profundidad interior, de serenidad, de oración. El profeta se pone siempre en profunda y humilde actitud de escucha: "Habla, Señor que tu Siervo escucha" (1 Sam 3,10). Hay comunicaciones que exigen una particular capacidad contemplativa: cuando se trata de anunciar directamente la Palabra de Dios. Es preciso, entonces, "Devorar el rollo" (Ez 3,1). Engendrar la Palabra y anunciarla; es el caso del evangelizador, del catequista, del misionero. "El futuro de la misión depende en gran parte de la contemplación. El misionero, si no es contemplativo, no puede anunciar a Cristo de modo creíble" (RM 91). Se nota en seguida cuando una palabra es simplemente estudiada y aprendida o nace de un corazón contemplativo. Pero se advierte también cuando la simple palabra comunicada (una noticia o un comentario) tiene sus raíces en una profunda capacidad contemplativa. Ya sé que la contemplación es un puro don de Dios; pero hace falta pedirlo en la oración y prepararse en el silencio y la pobreza. Las cosas de Dios deben ser comunicadas desde la contemplación; son así más verdaderas, más ardientes y más concretas. Tal vez, también más simples y más sencillas, menos complicadas y más breves. Resultan para los destinatarios más comprensibles y amables; más serenamente creíbles y acogidas.

Pero la contemplación tiene también una dimensión humana, o mejor aún, una fuerte y fácil capacidad divina para entender la historia, leer los signos de los tiempos y comprender, exponer y explicar los acontecimientos. Sobre todo, para entender y explicar el misterio del hombre. Podríamos ser injustos al dar la noticia de un hombre sin entender (o tener en cuenta el misterio de un hombre. Lo mismo pasa con los pueblos y con sus culturas. Esta capacidad de contemplación divina-humana, supone mucha capacidad de escucha y observación, de reflexión y de estudio, de silencio y de oración.

Para obtener esta capacidad contemplativa hace falta un espíritu de humildad y de pobreza, de desprendimiento y de austeridad, de amor a la verdad y de respeto al hombre. Quien empieza por saberlo todo o cree tener una exclusiva capacidad creativa, corre el riesgo de no entender nada o de deformar la realidad objetiva. El comunicador contemplativo es capaz de ayudar a crear culturas nuevas fieles a sus orígenes. Pero la contemplación no se improvisa. Ya dijimos que es un Don de Dios y hay que pedirla con humildad. La rapidez de la noticia - para que sea la primera - puede entorpecer la contemplación y dañar la verdad de la noticia.

viernes, 12 de octubre de 2018

Biografía del Beato Carlo Acutis

Publicación actualizada el 23 de Mayo de 2024




Carlo Acutis (Londres, Inglaterra, 3 de mayo de 1991-Monza, Italia, 12 de octubre de 2006) un adolescente católico italiano, que fue declarado beato  10 de Octubre del año 2020.

Biografía

Sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, originarios de Italia se encontraban en Inglaterra, temporalmente por motivos laborales, Carlo nació el 3 de Mayo de 1991 en Londres y recibió el sacramento del Bautismo el 18 de Mayo en la parroquia "Our Lady of dolours" (Nuestra Señora de los Dolores)

El 8 de septiembre de 1991 regresan a Milán (Italia). En 1995 Carlo comenzó el jardín de infantes en la escuela municipal de Parque Pagani, en Milán. En septiembre de 1997 inicia la escuela primaria en el Instituto Tommaseo, de las religiosas Marcelinas.

Carlo en 5° - clase de Ingles
(más fotos de la escuela aquí)


Desde muy joven, procuró vivir su fe en todos los aspectos de su vida. El 16 de Junio de 1998, a los 7 años, recibió el sacramento de la Comunión en el monasterio de las Monjas Eremitas de San Ambrosio, en Perego (Monache Romite du perego), y desde este día comenzó su gran amor por la Eucaristía, a la que llamó "mi autopista hacia el cielo"​. Esta celebración fue autorizada por Monseñor Pasquale Macchi (quien fue secretario del papa Pablo VI), después de interrogarle, garantizó la madurez y la formación cristiana del niño para recibir el sacramento. Sólo les hizo una recomendación: que la celebración se desarrollara en un lugar idóneo para el recogimiento interior, sin distracciones, por este motivo la celebración se realizó en un monasterio.

Capilla del monasterio donde Carlo Acutis
recibió el sacramento de la Eucaristía.


El 24 de mayo de 2003 recibió el Sacramento de la Confirmación en la Parroquia, «Santa Maria Segreta». Diariamente asistía a Misa, rezaba el rosario y realizaba un momento de oración ante Jesús sacramentado. Sus modelos fueron san Francisco y santa Jacinta Marto, santo Domingo Savio, san Luis Gonzaga y san Tarcisio. En septiembre de 2005 inicia el bachiller en el Instituto León XIII de los padres jesuitas.

Carlo tenía gran devoción por la Virgen María, a quien consideraba su confidente. Su tierna devoción a la Virgen se refleja en el Rosario diario y, sintiéndola como Madre amorosa, le dedica sus renuncias como sacrificios. “Es un apasionado de las historias de apariciones de la Virgen de Lourdes y Fátima. Visitó estos lugares con sus padres y compartió con sus amigos vídeos de estas visitas. Al rezar el Rosario incluye la oración que la Virgen enseñó a los pastorcitos el 13 de Julio de 1917: ¡Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.” ("La vida más allá del confin" - Francesco Occhetta)


Al recibir el sacramento de la Eucaristía

El día que Carlo recibió el sacramento de la Confirmación

                                
En septiembre de 2005 inicia el bachiller en el Instituto León XIII de los padres jesuitas. En su adolescencia pasaba tiempo con su familia y sus amigos. También dedicaba parte de su tiempo en ayudar a personas sin hogar, llevaba comida a personas que encontraba en las calles de Milán y fue voluntario en un comedor en Milán de los frailes capuchinos, y como catequista.​ Entre sus pasiones estaba la informática, por la que mostró un gran talento  que utilizó para testimoniar la fe a través de la creación de sitios web. Por esta razón, se ha pensado en él como posible patrono de Internet.

Libros de informática  con los que estudiaba Carlo



Un amigo de Carlo detalló en una entrevista la pasión que compartían por el fútbol
 y cual era el club favorito de Carlo, aquí podes leer esa entrevista



Exposición sobre los Milagros Eucarísticos en el mundo

Aficionado a la informática, Carlo ideó y organizó un material audiovisual relacionado con sus creencias religiosas acerca de la Eucaristía y los milagros eucarísticos siendo precursor del uso de estos materiales para la difusión masiva de contenidos religiosos. Fruto de su trabajo, fue una exposición sobre los Milagros Eucarísticos en el mundo. La exposición, que recoge un total de 136 milagros, se ha difundido por los cinco continentes. Sólo en los Estados Unidos ha llegado a millares parroquias, y a cien universidades norteamericanas; en el resto del mundo, a cientos de parroquias y algunos de los santuarios marianos más famosos, como: Fátima, Lourdes y Guadalupe.


“La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo”


Inquietud vocacional en el corazón de Carlo


"En el verano del año 2006, unos meses antes de su enfermedad, Carlo  le preguntó a su madre: ¿Tú crees que debo ser sacerdote? Ella respondió: "Lo irás viendo tú solo. Dios mismo te lo irá desvelando"


Enfermedad y fallecimiento

A principios de octubre del 2006, Carlo se enfermó. Parecía una gripe , pero el diagnostico fue de leucemia del tipo M3, la más corrosiva. Les dijo a sus padres: «Ofrezco al Señor los sufrimientos que tendré que padecer por el Papa y por la Iglesia, para no tener que estar en el Purgatorio y poder ir directo al cielo». Cuando la enfermera le preguntaba cómo se sentía con esos dolores, Carlo respondía: «Bien. Hay gente que sufre mucho más que yo. No despierte a mi madre, que está cansada y se preocuparía más».​ 
El martes 10 de octubre Carlo, pidió y recibió la Unción de los enfermos y la Comunión, con la certeza de que moriría en un futuro cercano.
El  miércoles 11 de octubre de 2006 entró en coma por una hemorragia cerebral causada por esta leucemia fulminante, que se había manifestado tan sólo 5 días antes. Los médicos, a las 17.00 hs., lo declaran clínicamente muerto, tras haber cesado todas las actividades cerebrales. La familia, incluso queriendo donar los órganos a un joven que esperaba un trasplante, no pudo hacerlo porque los órganos de Carlo estaban afectados por la leucemia.
El jueves 12 de octubre, a las 6:45 hs, falleció en el hospital San Gerardo de Monza. 


Fama de santidad

El sábado 14 de octubre se celebró el funeral en la Parroquia «Santa Maria Segreta». La iglesia estaba tan llena que muchos se vieron obligados a permanecer fuera. Todos los diarios italianos más importantes informaron sobre este hecho. Su madre recuerda que había gente que ella no conocía. Personas sin hogar, inmigrantes, mendigos, niños... Un montón de personas que le hablaban de Carlo, de lo que él había hecho por ellos.

Existen más de doscientos sitios y blogs que hablan sobre él en diferentes idiomas. Ya hay muchas historias de conversión relacionadas con él, que ocurrieron tras su muerte. Los padres reciben cartas y solicitudes de oración de todo el mundo, y gran parte de este material fue recolectado durante la fase de beatificación diocesana.

En enero de 2007 el cuerpo de Carlos fue trasladado del cementerio de Ternengo al cementerio de Asís, según lo dispuesto por Carlo. (Antes de conocer su enfermedad, Carlo pidió que si moría le gustaría que lo enterraran en Asís. Por ello ha sido enterrado allí.) 

Exhumación y traslado del cuerpo de Carlo Acutis

El Miércoles 23 de enero de 2019, los restos mortales del Venerable Carlo acutis, en virtud de las leyes canónicas, fueron exhumados. 

El traslado de los restos comenzó el 5 de abril de 2019 con su llegada a la Basílica de San Francisco de Asís, seguida de una procesión hasta la Iglesia de San Ruffino, donde hubo una vigilia de jóvenes.

En la Misa durante la vigilia, el Arzobispo de Spoleto-Nurcia, Mons. Renato Boccardi, destacó también la figura de otro joven italiano, el beato Pier Giorgio Frassati. “Carlo fue un joven normal, extraordinario en lo ordinario. Al igual que Pier Giorgio, también Carlo recibía cada día la visita de Jesús en el pan eucarístico y devolvía las visitas acogiendo y ayudando a los pobres”, dijo el Arzobispo.

El sábado 6 de abril, el cuerpo del venerable fue trasladado en un féretro de madera al “Santuario del Despojo”. “Estamos aquí para sepultar sus restos mortales en este Santuario, para que su luz se encuentre y se funda con aquella que hace ocho siglos brilló en Francisco y que hace de Asís una ciudad especial. Francisco y Carlo ahora están indisolublemente unidos. Juntos, los cantores de la vida y el bien, germen del horizonte de una humanidad marcada por una crisis de época”, expresó Mons. Sorrentino en su homilía.

Finalmente, el cuerpo fue sepultado en un monumento sepulcral en la nave derecha del Santuario donde cientos de fieles rindieron homenaje a Carlo.






Aquí podes conocer los detalles del diseño y proyecto de la tumba

Así se encuentra la tumba de Carlo en el Santuario del Despojo, Asís - Italia




Proceso de canonización


El 12 de octubre de 2012 se abrió oficialmente la causa de canonización de Carlo en la Arquidiocesis de Milán (fase diocesana)

El 13 de mayo de 2013 llega el "Nihil Obstat" de parte de la Santa Sede para la causa de beatificación y canonización de Carlo, es decir, la confirmación de que no existe ningún obstaculo para continuar con el proceso de la causa

El 24 de noviembre de 2016 se clausura en el Arzobispado de Milán, en presencia del Cardenal Scola, el proceso diocesano de la causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios Carlo Acutis.

El 5 de julio del año 2018 el papa Francisco lo declaró venerable, es decir, se reconoció que vivió las virtudes de fe, esperanza y caridad.

El día 14 de Noviembre del año 2019, el sitio oficial de la asociación Carlo Acutis publicó el siguiente comunicado:

"En la mañana de este jueves, 14 de noviembre de 2019, se reunió la Consulta Médica de la Congregación para las Causas de los Santos. Los peritos médicos expresaron un dictamen positivo respecto a un presunto milagro atribuido a la intercesión del Venerable Carlo Acutis. Por lo tanto, continúa la tramitación de la Causa de canonización del Venerable en el Dicasterio Vaticano." Nicola Gori (Postulador de la Causa)

BEATO CARLO ACUTIS 

El Papa Francisco aprobó el milagro que llevó a Carlo Acutis a su beatificación 

El viernes 21 de febrero el Santo Padre Francisco recibió en audiencia al Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Becciu, autorizando varios decretos, entre ellos el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Carlo Acutis.



El sábado 13 de Junio  del año 2020 (fin de semana de Corpus Christi) se anunció la fecha de la beatificación:

"Aleluya! El rito de beatificación se llevará a cabo el sábado 10 de Octrubre del 2020. A las 16:00 horas, en la Basílica Superior de San Francesco en Asís. Como ha sido mencionado por Monseñor Domenico Sorrentino, Arzobispo-Obispo de Assisi-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, la beatificación será un momento de alegrìa para todo el pueblo de Dios. La fecha elegida será cercana a un aniversario importante en la vida de Carlo, su naciemiento al Cielo: el 12 de octubre del 2006. Recodemos que el viernes 21 de febrero, el Papa Francisco habia autorizado a la Congregación de los Santos a promulgar el decreto con respecto al milagro atribuido a la interseción de Carlo Acutis. Alabado sea el Señor en sus Ángeles y sus Santos. Agradecemos al Señor porque ha hecho maravillas."

Nicola Gori (Postulador de la causa)


Intercesión del Beato Carlo Acutis (Milagro)

El milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios Carlo Acutis, y que lo llevó a su Beatificación, es la curación inexplicable de un niño en Brasil, quien padecía una anomalía congénita. El hecho ocurrió en Campo Grande, en el estado de Mato Grosso del Sur, el 12 de octubre de 2013 cuando en la capilla de Nuestra Señora Aparecida se expuso una reliquia de Carlo. Al lugar llegó un pequeño acompañado por su abuelo, quienes se acercaron a la reliquia con el anhelo de que el niño recobrase su salud, pidiendo la intercesión del Siervo de Dios. El pequeño llevaba mucho tiempo padeciendo la extraña enfermedad de páncreas anular que lo había debilitado mucho y lo estaba llevando a una muerte temprana. Poco tiempo después de recibir la bendición con la reliquia de Carlo Acutis, el niño se curó de manera inexplicable, a los pocos días empezó a mejorar y en el de febrero del año siguiente le realizaron pruebas médicas que confirmaron que estaba completamente curado. (Palabras del P. Marcelo Tenorio, párroco del lugar) - Más información del milagro: click aquí

 CELEBRACIÓN DE BEATIFICACIÓN

El sábado 10 de octubre de 2020, Carlo fue beatificado en Asís. La ceremonia, se celebró en la Basílica de San Francisco de Asís, por el cardenal Agostino Vallini, delegado del papa Francisco. En esta celebración estuvieron presentes sus padres Andrea y Antonia, sus hermanos Michele y Francesca y miembros de la asociación "Amici di Carlo Acutis".




CANONIZACIÓN CARLO ACUTIS 

El Papa Francisco ha aprobado eL 23 de mayo un milagro atribuido a la intercesión del Beato Carlo Acutis, el adolescente italiano que falleció a los 15 años y fue beatificado en 2020 en Asís. Con este nuevo decreto, el joven que amó profundamente la Eucaristía será proclamado santo. 

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha informado que el Papa Francisco ha decidido convocar un Consistorio, — con fecha aún por determinar — en el que se elegirá la fecha de canonización. 

Historia del milagro atribuido a la intercesión del Beato Carlo Acutis

Entre los numerosos peregrinos que acuden a la tumba, el 8 de julio de 2022, un viernes, hay también una mujer, Liliana, de Costa Rica. Se arrodilla, reza y deja una carta, palabras de esperanza que envuelven la peor angustia de una madre. Seis días antes, el 2 de julio, su hija se cayó de la bicicleta por la noche cuando volvía a casa, en el centro de Florencia, donde la niña estudia desde 2018. Las noticias que llegan del hospital Careggi son de las que quiebran. Traumatismo craneoencefálico muy grave, operación de craneotomía, extirpación del hueso occipital derecho para aliviar la presión, esperanza de supervivencia casi nula.

Ese 2 de julio, la secretaria de Liliana comienza a rezar al Beato Carlos Acutis y el día 8 la propia Liliana se dirige a Asís. Ese mismo día, el hospital informa: Valeria ha reanudado espontáneamente la respiración, al día siguiente empieza a moverse de nuevo y habla parcialmente. A partir de entonces es uno de esos casos en los que los protocolos médicos pasan a un segundo plano. El 18 de julio, la tomografía computarizada muestra que la hemorragia ha desaparecido y el 11 de agosto la niña es trasladada a terapia de rehabilitación, pero después de sólo una semana está claro que la recuperación completa está a un paso. Y el 2 de septiembre, madre e hija vuelven a Asís, a la tumba de Carlos, para dar las gracias infinitas.



El  papa Francisco y Carlo Acutis


El legado de Acutis también ha sido recordado por el Papa Francisco en su reciente exhortación apostólica Cristo Vive (104-107), publicada el 2 de abril de 2019 tras el Sínodo de los Jóvenes celebrado en Roma en octubre de 2018. Cabe recordar que Carlo fue incluido en el listado de jóvenes testigos del sínodo de los obispos: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” (3-28 de Octubre, 2018): 

En esta exhortación, el Santo Padre afirma: que a pesar de que el mundo digital puede ponernos ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío, “cabe destacar que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales, como lo era el joven venerable Carlo Acutis” -escribe Francisco- recordando que su vida y su testimonio demuestran cómo la santidad es posible en todas las edades.



                                                



La vida del Beato Carlo Acutis en  6 minutos







Más información en el sitio oficial de la Asociación Carlo Acutis 

*Cabe recordar que hay cinco etapas en el proceso oficial de la causa de los santos:

1- Postulación: se presenta y da a conocer la intención de elevar a la santidad a esa persona, y se recaban datos biográficos y testimonios.
2- La persona es declarada «sierva de Dios».
3- La persona es declarada «venerable».
4- Beatificación: la persona es declarada «beata» si se prueba la existencia de un milagro debido a su intervención.
5- Canonización: la persona es declarada «santa» cuando puede atribuírsele un segundo milagro.


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"El milagro de Carlo Acutis y Nuestra Señora de Aparecida" - P. Marcelo Tenorio

Beatificación de Carlo Acutis – ¿Una profecía que se cumplió?


Te invitamos a escuchar algunas canciones inspiradas en la vida de Carlo





 
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viernes, 9 de febrero de 2018

La Iglesia y los Medios de Comunicación


En la prensa no pueden faltar, en toda su riqueza, el rostro y la voz de Jesucristo y de su Iglesia...



Si intentásemos comprender qué es la Iglesia católica a través de lo que aparece en algunos medios de comunicación social, adquiriríamos una imagen curiosa y extraña de la misma.

Porque en muchos medios la Iglesia es noticia cuando hay escándalos, cuando hay quejas contra ella, cuando hay teólogos que critican su doctrina, cuando algún obispo hace declaraciones sobre temas de moral o de fe que van contra la mentalidad del mundo, cuando se lanzan hipótesis de todo tipo sobre las “luchas de poder” en el Vaticano, cuando se alude a la salud del Papa y a sus posibles sucesores.

De este modo, se corre el riesgo de deformar la esencia de la Iglesia. No se conoce a una persona cuando se le mira sólo desde fuera y desde lejos, sino cuando se convive con ella, cuando se la escucha, cuando le preguntamos sobre sus convicciones y sus miedos, cuando la vemos actuar en momentos de bonanza o ante dificultades de mayor envergadura.

Es cierto que en los medios de comunicación hay espacios para que hablen laicos y sacerdotes, obispos y cardenales. La voz de los miembros de la Iglesia no ha sido apagada. Pero también es cierto que en muchos de los grandes medios informativos la Iglesia aparece sólo por asuntos que suscitan escándalo, que son “noticiables”, y según la perspectiva de quienes la miran de lejos, a veces con desprecio.

Pocos medios se interesan por lo que hacen unas religiosas cuando cuidan un día sí y otro también a cientos de enfermos o de ancianos. En cambio, muchos alzan las cejas y despiertan su interés cuando acusan a una religiosa por robar niños recién nacidos, o a un sacerdote por gritar contra la gente en una homilía.

La Iglesia, no podemos negarlo, está compuesta de hombres y mujeres débiles y libres, capaces de todo: lo bueno, lo mediocre y lo malo. Pero la Iglesia es mucho más que sus escándalos o que las debilidades de sus miembros. Porque la Iglesia sólo se comprende desde su origen: el Amor de Dios manifestado en Jesucristo y difundido en los corazones a través del Espíritu Santo.

En los medios de comunicación es difícil expresar la verdadera naturaleza de la Iglesia. Prejuicios y mentalidades “mercantiles” cierran los ojos al tema decisivo: ¿fundó o no fundó Cristo la Iglesia? ¿Y quién era ese Maestro venido de Nazaret: un simple hombre o el Hijo de Dios? Responder es algo tan difícil como serio, porque la respuesta no puede quedarse a un nivel puramente intelectivo. Como decía un joven sacerdote que luego se convertiría en Pablo VI, declarar quién es Jesús implica, en definitiva, “vivirlo”.


Los miembros de la Iglesia seguimos en el camino de la historia humana. Las dificultades de comunicación no deben apagar el deseo sincero de dar a conocer un tesoro que no es nuestro, sino que viene de Dios y es para todos. También para quienes trabajan en el mundo de la información: si mostrar la verdad es uno de los anhelos principales de todo buen periodista, entonces en la prensa no pueden faltar, en toda su riqueza, el rostro y la voz de Jesucristo y de su Iglesia.

Por: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net 




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