El Dicasterio para la Doctrina de la
Fe y el Dicasterio para la Cultura y la Educación publicaron este martes 28 de
enero un documento titulado «Antiqua et nova: Nota sobre la relación entreinteligencia artificial e inteligencia humana».
Monseñor Paul Tighe, secretario del
Dicasterio para la Cultura y la Educación, explicó que con esta nota quieren
contribuir al debate sobre esta cuestión ofreciendo orientaciones éticas y
elementos de reflexión. «Hay una
comprensión más amplia de la inteligencia», dijo, “que tiene que ver con
nuestra capacidad humana de encontrar propósito y sentido a nuestras vidas, y
ésta es una forma de inteligencia que las máquinas simplemente no son capaces
de sustituir”.
Las advertencias del Papa sobre la Inteligencia
Artificial en los últimos años forman el esquema de Antiqua et Nova, la nota sobre la relación entre inteligencia
artificial e inteligencia humana fruto de la reflexión mutua entre el
Dicasterio para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para la Cultura y la
Educación. Un documento dirigido a quienes están llamados a educar y transmitir
la fe, pero también a quienes comparten la necesidad de un desarrollo
científico y tecnológico «al servicio de la persona y del bien común».
Antiqua et Nova pone de relieve los
retos y las oportunidades del desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) en
los ámbitos de la educación, la economía, el trabajo, la salud, las relaciones
y la guerra.
Reflexión de Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación:
Antiqua et Nova recuerda ante todo que la IA es un instrumento: realiza tareas, pero no piensa. No es capaz de pensar. Por tanto, es engañoso atribuirle características humanas, porque es una «máquina» que permanece confinada a la esfera lógico-matemática. Es decir, no posee una comprensión semántica de la realidad, ni una capacidad genuinamente intuitiva y creativa. Es incapaz de reproducir el discernimiento moral o la apertura desinteresada a lo que es verdadero, bueno y bello, más allá de cualquier utilidad particular. En resumen, carece de todo lo que es verdadera y profundamente humano.
La inteligencia humana es, en efecto, individual y al mismo tiempo social, racional y afectiva. Vive a través de relaciones continuas mediadas por la corporeidad insustituible de la persona. Por tanto, la IA sólo debe utilizarse como herramienta complementaria de la inteligencia humana, y no pretender sustituir en modo alguno su riqueza peculiar.
Debemos impedir que la inteligencia artificial se utilice como forma de explotación o para restringir la libertad de las personas, para beneficiar a unos pocos a costa de la mayoría, o como forma de control social, reduciendo a las personas a un conjunto de datos. Y es inaceptable que, en el ámbito bélico, se confíe a una máquina la decisión de acabar con vidas humanas: por desgracia, hemos visto cuántas y qué devastación causan las armas impulsadas por la inteligencia artificial, como se ha demostrado trágicamente en tantos conflictos actuales.
Índice de Antiqua et Nova
(Si te
interesa leer sobre algún tema, hace click sobre ese título)
II. ¿Qué es la
Inteligencia Artificial?
III. La inteligencia
en la tradición filosófica y teológica
Una comprensión
integral de la inteligencia humana
IV. El papel de la
ética para guiar el desarrollo y el uso de la IA
Una ayuda a la
libertad humana y a las decisiones
La IA y las relaciones
humanas
IA, desinformación,
deepfake y abusos
La IA y la protección
de la casa común
La IA y la relación de
la humanidad con Dios
Fuente:https://www.vaticannews.va/es.html
Te esperamos en Facebook y entérate de todas las novedades: TECNOEVANGELIZACION
No hay comentarios:
Publicar un comentario